Es extraño lo que pasa en nuestro sistema judicial. Apenas en esta semana hemos sido testigos de hechos ocurridos a nivel nacional que hablan muy mal de las instituciones encargadas de administrar justicia en un país que exige sentencias justas y especialmente, que los culpables de los delitos sean sancionados de acuerdo a ley para salvaguardar al resto de peruanos.
El primer hecho fue la excarcelación del ex alcalde de Pucallpa y paradógicamente candidato al mismo cargo, Luis Valdez, quien viene siendo procesado por narcotráfico y sobre quien pesan vinculaciones con el asesinato de un periodista de su localidad que era un iracundo crítico de su gestión. Ahora Valdez está en su cómoda casa de Lima, desde donde afrontará sus problemas judiciales.
Días después hemos sido testigos del "ampay" a un juez de Amazonas bebiendo en una cantina junto al procesado por narcotráfico que horas antes había liberado de prisión a través de una resolución que lleva su firma. ¿Es esto posible? Deja en libertad al presunto traficante de drogas y luego los dos, magistrado y acusado, se va a celebrar con botellas de cerveza al centro de la mesa.
Ya para coronar esta semana, el Ministerio Público ha iniciado una investigación contra la virtual candidata presidencial Keiko Fujimori por el tema del financiamiento de sus estudios en el exterior, lo cual si bien nunca quedó claro, ya había sido archivado por la Corte Suprema. A eso se suma que las pesquisas deberían estar centradas en el padre que habría usado dineros públicos, y no en la hija.
Lo peor de todo es que esta investigación al parecer no tendría sustento jurídico, según lo ha dicho el propio jefe del gabinete ministerial, Javier Velásquez Quesquén. Con esto se va a dejar como "víctima" a la hija del reo Alberto Fujimori, con lo cual se le estaría haciendo un tremendo favor, en el marco de la campaña electoral que está iniciando con miras a las elecciones presidenciales de abril del próximo año.
A todo esto se suma el jueza que dejó libre al sujeto que en el Callao arrojó agua caliente en la cara a su pareja, y el magistrado que puso en libertad a los 17 sujetos que fueron detenidos mientras intentaban bloquear las válvulas de suministro del gas natural de Camisea hacia la costa peruana.
Como vemos, esta semana ha sido negra para nuestro sistema judicial.
Con un sistema judicial así, con esos malos jueces y fiscales con tanto poder en sus manos, no queda más que pedir un cambio profundo en dicho poder del Estado. La Justicia en este país no puede ser administrada por esta clase de elementos que no hacen más que generar el malestar y la indignación de los peruanos que no confían en magistrados que dan resoluciones indignantes.
Iván Slocovich Pardo
El correo